Alguna vez, tuve un super héroe que tuve la suerte, fuera de verdad. Se llamaba Luis y su habilidad; hacerme feliz desde el día en que nací. 

Desde pequeña me enseñó a bailar el rock & roll en su taller de autos, sobre los mismos azulejos que existen hasta el día de hoy, (que me parece alguna vez fueron rojo, pero que con el paso de los años, el aceite de auto y los incesantes intentos de mi abuela por llevarlos a su color original, hoy tienen un color entre negro y ladrillo que a primera vista, simplemente, parecen negros), al ritmo de una canción que nunca supe como se llamaba pero que tarareaba siempre (nunca cambiaba de canción, cuando mas grande llegué a pensar que era la única que se sabia). Me hacia girar de una lado al otro, los vuelitos de mi vestido me seguían, me tomaba en brazos y me elevaba por los aires, me sentía siempre una rock star. Me enseñó a bailar tango, y siempre recordaré cómo le encantaba Gardel. 

Me enseñaba a pegar combos como los boxeadores (él fue boxeador) y a pegar patadas como karateca (el fue katareca en la kempo, y nunca voy a olvidar su historia de como lo hacían saltar escalones hasta que no sentía las piernas). Me enseñó lo que es amar al fútbol porque siempre lo veía jugando a la pelota con los maestros del taller (si, también fue futbolista, pero dejó de jugar porque se casó con mi abuela - Norma), me enseñó que en la vida hay quienes necesitan mas que uno (Mi abuela siempre me cuenta que él sabía que los maestros le robaban pero que el siempre respondía "déjalos, necesitan mas que nosotros"), y me enseñó el respeto por sobre todas las cosas. 

Siempre me defendía de mis papás, pero sobre todo de mi mamá ("los padres están para criar y los abuelos para malcriar") y estoy segura que gran parte de mi resistencia a la insulina y mi adicción a los dulces son su culpa porque siempre le compraba chocolates a un caballero que los vendía de local en local (el caballero tenía una canasta llena de chocolates y mi tata los compraba por montones, gracias a él amo el batón de chocolate blanco y el bombón de chocolate relleno de licor de guinda). Me enseñó a demás a jugar al pool (creo que se sentiría orgulloso porque no juego nada de mal) y me regaló mi primer monopatín que era amarillo y mucho mas lindo que esos "scooter" metálicos que venden ahora (es que lo fabricó él mismo). 

Gracias a él creí en el viejo pascuero más tiempo de lo que cualquier niño normal, común y corriente llegó a creer, y es que él, con sus manitos, me hizo a mi y a mis hermanas una casa de muñecas de madera, de esas antiguas, arguyendo que el viejo pascual (como le decía el) lo había enviado de forma especial a hacerla. 

Todos los Domingos, desde que tengo memoria, llegaba cargado desde la vega central, y lo veía bajar un cajón de tomates siempre al hombro, y la jaba de bebidas en la otra mano (nunca supe como tenía tanta fuerza aún siendo abuelito, yo enserio creo que tenía super poderes). 

Fue el primero en enseñarme a manejar, yo era pequeña, no se exactamente mi edad, pero aún usaba vestidos, calcetines de hilo blancos con vuelitos y zapatos negros de charol marca calpany (que no se si aún existen). Él tenía una camioneta Peugeot del año de la pera, abollada entera, que desde que tengo memoria lo vi arreglarla: que cambiar el motor, que la caja de cambios, que los amortiguadores, que el motor de partida, que la chapa, uf! que manera de echarse a perder esa máquina! Pero no importa, ahí fue donde él me sentaba en sus piernas y me hacia pasar los cambios (no esos cambios como los que hay ahora, sino que esos que estaban al lado/atrás del manubrio - así de antigua era la camioneta). 

Corría en los autos mejor que cualquier corredor de la fórmula 1 y llegaba a fundirlos (por venirse en segunda todo el camino), se metía contra el tránsito para acortar camino, chocaba las micros para poder pasar (los repuestos de los espejos son baratos) y alcanzaba mas de 80 en callecitas angostas del centro de Santiago (imagínense como era cuando manejaba en carretera), nunca dejó que en mi casa ni en la suya faltara algo y era un seductor de primera (vieran los ojos que le ponían las mujeres cuando les hablaba). 

Verlo enojado era casi imposible, sus cariños eran manotazos (yo creo que no sabía hacer nanai) y siempre le encantaba agarrar para el tandeo a la gente (además de emborrachar a los trabajadores en los asados para las fiestas con vodka y bilz aunque yo nunca lo vi borracho). 

Él, es mi abuelo, y lo amo como nunca e amado a nadie, y lo extraño como no tienen idea. Se mandó embarradas con mi abuela (y varias, las que ella - Norma - me ha confesado poco a poco con el pasar de los años de fallecido de mi abuelo) pero siempre será mi super héroe, con con super-fuerza, super-amor, super-preocupación, super-defensor. 

Derechista a morir (todo es culpa de los curas y los comunistas y defensor de Su General Pinochet hasta la muerte) y de hecho creo que de estar vivo el señor correa me hubiera visitado que rato si supiera en las andanzas en las que ando (señor correa - sacada de cresta con la hebilla del cinturón) pero siempre orgulloso de mi aunque nadie mas confiara en mis capacidades; "Algún día serás Senadora o Diputada Camila" y si, espero serlo algún día. 

Lo último que me dijo es lo que siempre nos decía a mi y a mis hermanas:

"¿Quién es la viejita chiquitita mas bonita de la casa?" a lo que una siempre tenía que responder "Yo Tata" y a la mañana siguiente murió. 

Te extraño, te amo, te necesito... Eres mi Super héroe hoy y lo serás siempre. 

¿Existe la realidad? a veces me pregunto si estoy soñando mientras se supone que estoy despierta o si estoy despierta mientras sueño A veces quisiera que alguien me dijera cuando cada cosa es que, ¿Qué es real y que es un sueño?, ¿estamos realmente donde percibimos que estamos? porque de ser así, en el sueño también percibimos, y no solo percibimos, sino que también sentimos, en los sueños las cosas son tan reales como se supone que son en la realidad, entonces ¿el sueño es tan irreal como nos dijeron que es? ¿es solo la expresión de mis deseos reprimidos en el inconsciente?, ¿es solo la vía regia para conocer lo que no está consciente? ¿puede ser que la realidad y los sueños no sean mas que dos realidades en una misma persona? Es que ni siquiera se qué es la realidad, ¿qué es la realidad?, ¿hay realidad?, ¿existe?, ¿hay algo que realmente sea? o, ¿será que la realidad depende de cada uno de nosotros? y ¿si mi realidad es distinta de la tuya? Es que lo que es real para mi es irreal para ti, porque cada uno de nosotros interpreta las cosas de manera diferente, percibe las cosas de manera diferente, lo que para mi es verde, puede que para ti sea rojo, ¿o no? ¿será que todos vemos lo mismo, oímos lo mismo, sentimos lo mismo? Pero, ya, asumamos que la realidad es distinta para cada uno de nosotros, ¿la verdad existe? esa verdad única, comprobable empíricamente, ¿es verdad?, ¿qué es verdad? ¿existe la verdad? porque si tu y yo percibimos distinto, y por consiguiente aun estando en el mismo lugar, percibimos distinto ¿podemos decir que hay una sola y única verdad? Si hasta en las ciencias exactas hay márgenes de error, significa que ni las ciencias exactas son exactas, y si las ciencias exactas son realmente inexactas y si son ellas las que nos dicen la verdad, como por ejemplo que la gravedad existe, y todo lo enmarcan en las matemáticas y sus fórmulas algebraicas, ¿qué pasa con el hecho de que 2 + 2 pueda ser 4 o pueda ser 3? Podría decirse entonces que no hay una sola verdad.

¿Hay realidad? ¿Hay verdad? ¿Hay exactitud? Podría estar toda la noche encerrada en estas preguntas y en vez de encontrar soluciones, solo tendría mas dudas. 

Estaba sentada en su balcón, cigarro en mano, mirando hacia la cordillera, sentía como entrecerraba los ojos a ver si lograba enfocar mejor la vista, y vio como pasaba el tiempo en la sombra que apagaba el calor en la ciudad.
Mientras exhalaba el humo de su cigarro, pensaba, ya no tenia la mente en blanco, ya no era la sombra lo importante, ya no era la cordillera lo que llenaba de fantasías su mente, no, no era eso, ahora sentía que no entendía nada.
Frunció el ceño, y sintió como sus labios se curvaban en una mueca que no podría describir.

¿Qué estas haciendo Francisca? eso es lo que se preguntaba una y otra y otra vez. No entendía nada, un momento la llenan de ilusiones y se ríe de los nervios, al momento siguiente derrumban sus ilusiones al piso. Es como que él diera 2 pasos hacia adelante y uno hacia atrás. No quiere un Aquiles 2.0, no quiere un nuevo si pero no, no quiere ilusionarse porque si, no sabe si está dispuesta a correr el riesgo de nuevo.

El miedo se la come viva una vez más, trata de pensar fríamente, de recordar las palabras de su analista "de algo que no arranques" y tomar fuerzas desde ahi, pero le cuesta, le cuesta mas de lo que podría cualquiera imaginarse. ¿Como pueden las cosas ser tan fáciles para algunos? ¿Cómo puede el amor ser tan fácil para algunos? ¿Cómo pueden los sentimientos tener razón para otros? No digo que ella esté enamorada ni mucho menos, de eso estoy segura. Pero, teme enamorarse, teme volver a caer, teme volver a sentir ese dolor inexplicable que se la lleva a los lugares mas oscuros de su inconsciente.

Dicen que quién no se tira al agua, no cruza el río. Y ella sabe que es cierto, pero tiene miedo. ¿Qué hacer? ¿Arriesgar el corazón una vez más o quedarse sentada, cobijada y segura en su miedo, pero sola?

Caminaba por las oscuras calles de Santiago, su mirada perdida al final de la calle, arrastraba los pies y golpeaba las piedrecillas con la punta de la zapatilla. No puede ser que todo sea tan asqueroso, que esta política de mierda sea tan sucia, tan turbia, tan anti - democrática.

"Lo único que pedimos es que nos devuelvan nuestros derechos", ella se agarraba la cabeza mientras caminaba y se mordía los labios, como si ellos fueran a gritar en cualquier momento tantas verdades, tantas cosas que le pasaban por la cabeza.

Un cigarro tras otro, lo único que quiere es un abrazo, que la entiendan, ¿será eso tan imposible?, palabras que esperaba fueran de apoyo no dicen más que "deja de pensar en eso", "sale a tomarte un trago", "no pienses tanto", "me carga que seas así" ¿Así como? "Así, tan ... tontita". ¿Porqué será que no entienden esto de los ideales, de los miedos, de las falsas esperanzas, de soñar en falso, de amar a los amigos más allá de la razón. Es como si ... como si viviera en otro mundo. Piensa y piensa en qué hacer, en qué es lo que pasa en este mundo (porque resulta que el cambio es del mundo, no es solo en su país).

11/11/11, esa es la fecha del día de hoy. Se supone que sería un día mágico, un día de nuevas energías, un día de cambio, de sueños, de activación de genes, un día de caos... si, un día de caos, creo que esa es la opción que a ella le cae como anillo al dedo.

Algo anda mal, la sed de poder, la ceguera de la ambición, todo eso se come las buenas intenciones de la gente, de todos y cada uno de los que tienen poder, de lo contrario no se explica la terquedad con la que actúan los políticos (viejos, jóvenes, partidistas, a partidistas, escolares, universitarios, la señora de la esquina, todos somos seres políticos y todos hacemos política, nos guste o no). Ese tire y afloja de un lado y el otro, ese "es todo o no es nada", ese "modelo" económico que nos ha comido hasta la mas ínfima neurona y que no nos deja salir a dar un respiro, que nos tiene atrapados en un querer hacer pero no poder, endeudados  incluso por ir al médico porque se lucra hasta con la salud... ¡CON LA SALUD!

Algo tiene que estar mal. Camina y sigue caminando sin destino, solo mira el suelo, "tontita", "las cosas están peor", "todo va en escalada", "los estudiantes son intransigentes", "los políticos son egoístas", "el movimiento a perdido poder", "ya no es lo mismo", "van a repetir de curso"... ¿Porqué no simplemente entender que las cosas están mal y que hay que cambiarlas? ¿Porqué no entender que no queremos marxismo sino que queremos el aseguramiento de nuestros derechos? Se está volviendo loca. No entiende cómo es que no entienden, aunque quizás, sea esto mismo que le pasa a ella lo que le pasa a los que tienen ese poder tan poco deseado en estos tiempos, y tan poco envidiado. Quizás ellos están tan sumidos en sus propias preguntas que no se dan cuenta que hay otras cosas en la punta de sus narices.

Eleva la vista y no ve nada, solo un cielo negro con un toque de anaranjado entregado por los faroles de la calle, "que ganas de ver las estrellas", eso piensa mientras vuelve a la realidad, y recuerda que vive en una cosmopolita ciudad que trata de ser como Estados Unidos (si hasta tiene un sector que llaman 'Sanhattan'). No entiende porqué tratan de copiar los peores modelos, aunque en realidad, qué otro modelo podrían copiar si no hay nada mas a lo que acudir gracias a los Chicago Boys que aplicaron los experimentos económicos en Chile con su terapia del shock.

Ésta ciudad está mal, este país está mal, este mundo está mal, un mundo guiado por un modelo obsoleto, que no sirve, que no gusta y que queremos cambiar.

Podrán llamarlos idealistas, niños, ingenuos, comunistas, pero ella, ella sabe lo que quiere, ella sabe que está aquí para cambiar el mundo, para cambiar las cosas, cada cosa a su tiempo, pero cambiar las cosas, aunque la impaciencia se la coma viva día a día y sienta que pierde la cordura en un mundo en que los que pensamos diferente no son nada mas que una paria.

Alguna vez has querido cambiar todo pero no sabes como? como que las cosas están mal así en ti mismo? Como que todo está mal pero no es así? como q la vida es otra? como q  te equivocaste de generación? como que no sabes pq estás aquí? como q todo es demasiado raro?

Estoy perdida...

Así es como empieza esta historia, con un cambio radical, un sin entender el camino y un querer avanzar sin destino. 

¿Qué es lo que se supone que tengo que hacer en esta vida? ¿Nunca se lo han preguntado? Esa es como la típica pregunta (aunque no se qué tan típica, quizás yo soy la única loca que se lo cuestiona). ¿Para qué nacimos? Algunos dirán para morir, otros dirán para simplemente vivir, otros dirán para enamorarnos y finalmente otros dirán "Esta mujer que escribe aquí es una neurótica de tomo y lomo, al pié de la letra de lo que escribió Freud". 

Pues bien, es factible. Si, es factible que sea una histérica pero bueno... 

Hoy por hoy las cosas están raras en mi vida. Todo demasiado extraño, una angustia terrible, que me hace sentir sin vida y como peso muerto, me aprieta el pecho, como que algo fuera a salir mal. Pero no creo. Es solo que una vez mas me estoy escondiendo. ¿De qué? De lo que siento ¿Porqué? Soy cobarde. 

Nos encontramos otro día o quizás mas rato, cuando lleguen mis cigarros y el silencio, el frío y la oscuridad de la noche me amparen mientras fumo en el balcón.